El Santuario
de Schoenstatt

Advocación de María

¿Por qué la Virgen María tiene diferentes nombres?

Es común que nos preguntemos: ¿Por qué hay tantas advocaciones diferentes de la Virgen María? La respuesta es simple: No es que haya diversas Vírgenes, por más que hablemos de la Virgen de Luján, la Virgen de Fátima, la Virgen de Lourdes, de María Auxiliadora... o cualquier otra de las múltiples advocaciones o títulos existentes. Para comprenderlo, podríamos cambiar la preposición “de” por la preposición “en”. Existe una única y misma Virgen María, Madre de Dios y Madre de todos los hombres, que se ha manifestado -y manifiesta- en diversos lugares: en Luján; en Itatí; en Lourdes o como María Auxiliadora. Al hablar de la Virgen de Schoenstatt, queremos decir lo mismo: es la Virgen María que se ha manifestado en Schoenstatt.

Su título: “Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt”

Cristo, al morir en la cruz, nos dejó a María como nuestra Madre. Ella también es Reina si le damos el poder de actuar en nuestras vidas para conducirnos a Dios y utilizarnos como sus instrumentos.

En la historia de la Obra de Schoenstatt se ha manifestado como Victoriosa en innumerables situaciones difíciles. También puede serlo en nuestras vidas.

La Santísima Virgen es tres veces Admirable como Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre de los redimidos. Es admirable por su fe, por su esperanza y por su caridad.

María eligió el lugar de Schoenstatt para actuar desde allí con su misión especial de Madre, Reina y Educadora en nuestras vidas.

Origen de la advocación

Madre tres veces Admirable de Schoenstatt

María es venerada en Schoenstatt bajo esa advocación. El nombre “Madre tres veces Admirable” (en latín Mater ter Admirabilis, y abreviado MTA), proviene de Ingolstadt, al sur de Alemania. En el siglo XVI, época de la reforma protestante, los miembros de la Congregación Mariana de Ingolstadt habían actuado activamente y con gran fecundidad en la defensa y propagación de la fe católica. En esa Congregación veneraban a María como “Mater ter Admirabilis”. En la época de la fundación de Schoenstatt, los jóvenes que habían sellado la Alianza de Amor, querían ser para su tiempo lo que aquellos congregantes marianos de Ingolstadt habían sido para el suyo, por eso quisieron tomar el nombre de su advocación y venerar a María como “Madre tres veces Admirable de Schoenstatt”.

En un sentido más amplio, podemos afirmar que la expresión “tres veces Admirable” significa: muy admirable o admirable por múltiples motivos. Por ejemplo, como Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre de los redimidos. O como Madre de la fe, de la esperanza y de la caridad, etc.

Reina

Más tarde, en 1939, se añadió al nombre oficial de la Virgen de Schoenstatt la palabra: "Reina". Schoenstatt era perseguido por la dictadura nazi. El Padre Kentenich comparó esta lucha, en su momento, al enfrentamiento del pequeño David con el gigante Goliat. Surgió entonces en las filas de Schoenstatt una corriente de coronación: reconocer que María, en la Alianza de Amor, no sólo es Madre, sino que también tiene poder de Reina y, como tal, puede contar –más allá de nuestro desvalimiento humano– con nuestra fidelidad de aliados e instrumentos suyos, también en las circunstancias más difíciles.

Victoriosa

El título de "Victoriosa" surgió hacia el final de la vida del Padre José Kentenich, en 1966. Después de 14 años de haber sido separado de su Obra por la Iglesia, el Papa Pablo VI declaró su rehabilitación al final del Concilio Vaticano II, y así el Padre Kentenich pudo regresar a Schoenstatt. En medio de todas las oscuridades que debieron atravesar el Padre Kentenich y su Obra en los años anteriores, siempre lo movió una total confianza en la victoria final de la Santísima Virgen. Por eso, en reconocimiento al poder vencedor de María en la historia de la Obra de Schoenstatt, quiso que, en adelante, al título de Madre y Reina de Schoenstatt se añadiese el de "Victoriosa".

María, como nuestra Reina, a quien nos entregamos como aliados e instrumentos, se manifiesta en nuestra vida como la gran victoriosa que vence todos los poderes del mal y nos intercede las gracias que necesitamos para llegar a la plenitud de hijos de Dios.

De allí surge la advocación completa: Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt.

Muchos miembros del Movimiento de Schoenstatt, en especial en los países de habla hispana, la llaman de manera familiar, simplemente, “Mater”, que significa “Madre” en latín.